En su primera homilía dominical del año 2006, marcado por las elecciones generales en Perú, el Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, pidió que en “los momentos históricos que viviremos los próximos meses no se abuse de nuestra gente con llamadas promesas revolucionarias, ya conocidas, ya experimentadas, que cansan, desaniman, y se demuestran dañinas e inútiles”.
Asimismo, el Purpurado exhortó a que no hayan más “aventuras mesiánicas que siempre se han demostrado no sólo falsas sino negativas para el bienestar de las mayorías”.
Seguidamente, el Arzobispo destacó que “la juventud no ha tenido ocasión de vivir la historia más que en pocos años”. “Quienes tenemos una memoria histórica de un número de años mayor, nada más por la edad, recordamos con verdadera claridad esas aventuras en nombre de un futuro mejor lanzándonos la vacío”, advirtió.