Al recibir esta mañana a los miembros de la Comisión Teológica Internacional, presidida por primera vez por Mons. William Joseph Levada, el Papa Benedicto XVI señaló que la dignidad de toda persona humana, incluso la no nacida, es absolutamente inviolable y no depende de la arbitrariedad humana.
Al referirse al tema de la ley moral natural enraizada en los seres humanos –uno de los tres temas abordados por la Comisión en esta sesión–, el Pontífice destacó que “es muy importante para comprender el fundamento de los derechos enraizados en la naturaleza de la persona, y que como tales, derivan de la misma voluntad de Dios creador”.
“Al ser anteriores a cualquier ley positiva de los Estados, esos derechos son universales, inviolables e inalienables, y en consecuencia, deben ser reconocidos por todos como tales, especialmente por las autoridades civiles, llamadas a promover y a garantizar su respeto”.