En declaraciones a la prensa local, el Arzobispo de Guatemala, Cardenal Rodolfo Quezada, advirtió la existencia de intereses económicos de grupos poderosos en la inclusión de anticonceptivos potencialmente abortivos como parte del programa de planificación familiar que el gobierno discute.
El Purpurado reiteró su pedido al Presidente Oscar Berger para que vete la norma y explicó que las compañías farmacéuticas suelen hacer presión sobre los gobiernos para legitimar y difundir el uso de métodos anticonceptivos.
“Algunas de estas fábricas son patrocinadas por organismos internacionales, los mismos que presionan a los gobiernos de los países pobres como Guatemala, de que se sancionen leyes como ésta”, sostuvo el Cardenal Quezada.