Papa recuerda que la dignidad del hombre no depende de su ADN

Hoy por la mañana el Papa Benedicto XVI recibió en audiencia privada a los participantes de la XX Conferencia Internacional organizada por el Pontificio Consejo para la Salud, y destacó la importancia de la vida y la dignidad del hombre en cuanto creado a imagen y semejanza de Dios.

Tras dirigir un agradecimiento al Presidente del Pontificio Consejo para la Salud, el Cardenal Javier Lozano Barragán, y haber destacado la importancia del evento bajo el tema “El genoma humano”, el Santo Padre afirmó que “los hombres de nuestro tiempo están en capacidad de comprender cómo la dignidad del hombre no se identifica con los genes de su ADN y no disminuye por la eventual presencia de diversidades físicas o defectos genéticos”.

Tras afirmar al ser humano como creado a imagen y semejanza de Dios, el Pontífice dijo que “el análisis sereno de los datos científicos llevan a reconocer la presencia de tal dignidad en cada fase de la vida humana, comenzando desde el primer momento de la fecundación”.

Asimismo, Benedicto XVI afirmó que “la secularización, en forma de secularismo radical, no satisface más a los espíritus mayormente concientes y atentos”.

“Esto quiere decir que se abren espacios posibles y fuerzas nuevas para un diálogo provechoso con la sociedad y no solamente con los fieles, especialmente sobre temas importantes como aquellos que se refieren a la vida”, continuó.

Más adelante señaló que “el mundo actual está marcado por el proceso de secularización que no solo ha reivindicado una justa autonomía de la ciencia y de la organización social, sino que frecuentemente ha dañado también el vínculo de las realidades temporales con su Creador, al punto de descuidar la salvaguardia de la dignidad trascendente del hombre y el respeto de su misma vida”.

Centrándose sobre la labor de los pastores y educadores, el Santo Padre exhortó a “adecuar su formación para hacerlos capaces de asumir las propias responsabilidades en coherencia con la propia fe y, a su vez, en un diálogo respetuoso y leal con los no creyentes. He aquí la labor imprescindible de una pastoral al día de la salud”, dijo.

Al final de su discurso, Benedicto XVI exhortó a un estudio de la “metodología adecuada para llevar el socorro a las personas, a las familias y a la sociedad, conjugando fidelidad y diálogo, profundización teológica y capacidad de mediación”.