El Secretario General y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Padre Juan Antonio Martínez Camino, aclaró que el dinero que la Iglesia recibe de los contribuyentes españoles no es una “concesión graciosa del Estado”.
“Es algo acordado que se basa en la asignación libre y voluntaria de aquellos ciudadanos que quieren aportar a la Iglesia Católica detrayendo de su declaración personal de la Renta”, explicó.
Asimismo, reiteró que los “sólo los ciudadanos, católicos o no católicos, que consideren que quieren cooperar con la Iglesia Católica, de manera que pueda llevar adelante su misión, lo hacen y el Estado se encarga de proporcionarles un cauce para esa aportación voluntaria que es un modo de autofinanciación de la Iglesia”.