Al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede, Francis Rooney, el Papa Benedicto XVI resaltó la necesidad de respetar los valores y principios morales para combatir los graves desórdenes sociales y construir un mundo que promueva la dignidad, la vida y la libertad.
Recordando la enseñanza de Juan Pablo II, que "llamó la atención sobre la intrínseca dimensión ética de cada decisión política", el Santo Padre indicó que su predecesor había predicado "que la perturbadora propagación del desorden social, la guerra, la injusticia y la violencia en nuestro mundo sólo puede ser contrarrestada por un renovado aprecio y respeto por la ley de la moral universal cuyos principios derivan del propio Creador".
Así, dijo el Papa, “es esencial un reconocimiento del rico patrimonio de los valores y principios incorporados en esa ley para la construcción de un mundo que reconozca y promueva la dignidad, la vida y la libertad de cada persona humana, al tiempo que crea las condiciones de justicia y paz en las cuales los individuos y comunidades puedan verdaderamente prosperar”.