Los miles de feligreses presentes en la basílica de San Pedro rompieron en aplausos, con las notas de la música sacra como trasfondo, cuando el Cardenal José Saraiva Martins, proclamó, en nombre del Papa Benedicto XVI, beatos a siete sacerdotes y una religiosa asesinados “por odio a la fe” durante la persecución religiosa en la Guerra Civil española (1936-1939).
El Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, que presidió la Santa Misa, leyó la Carta Apostólica con la que el Pontífice ha inscrito en el libro de los beatos a los sacerdotes españoles nacidos en Cataluña José Tàpies Sirvant, Pascual Araguás Guardia, Silvestre Arnau Pascuet, José Boher Foix, Francisco Castell Brenuy, Pedro Martret Moles y el francés José Juan Perot Juanmartí, todos de la diócesis de Urgell y, además, a la religiosa mallorquí María de los Ángeles Ginard Martí, de la Congregación de las Hermanas Celadoras del Culto Eucarístico.
Los sacerdotes fueron fusilados en Lérida tras haberse alentado mutuamente a ser fieles, haber perdonado a su verdugos y gritar "¡Viva Cristo Rey!", mientras que la religiosa fue victimada en Madrid, todos en 1936.