Durante las congregaciones generales del sábado y el lunes por la mañana, diversos obispos propusieron medidas concretas para recuperar el valor de la Eucaristía en la vida de la Iglesia.
Mons. Petru Gherghel, Obispo de Iasi (Rumania), tras relatar los sacrificios de la comunidad católica rumana para celebrar la Eucaristía durante el régimen comunista, sugirió “una propuesta para incrementar el respeto por la Eucaristía: Teniendo presente la tradición oriental y el intento de un intercambio de dones entre nuestras Iglesias, propongo utilizar para la Santa Misa también el apelativo “La Santa y Divina Liturgia”, junto al latín, ya en uso pero poco preciso”.
“Será un nombre que sugiere con más intensidad lo sagrado, e invita al recogimiento, al estupor, al silencio y a la adoración”, concluyó.