El Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, Arzobispo Paul Cordes, regresó a Roma luego de visitar como enviado de Benedicto XVI las poblaciones afectadas por el huracán Katrina. “He visto escenarios terribles, pero también gestos de grandísima humanidad”, señaló el Prelado.
Mons. Paul Cordes viajó a la zona afectada por el paso del huracán para transmitir la solidaridad del Pontífice con las víctimas, así como para prestar ayuda en las labores de organización tras la catástrofe.
Según explicó a su regreso en una entrevista a Radio Vaticano, la presencia de un enviado pontificio ha sido muy apreciada tanto en el ámbito eclesial como en el civil. Mons. Cordes destacó la solidaridad y generosidad de varias asociaciones Cáritas de diversos países, que desde los primeros días de emergencia a través de Catholic charities, pusieron a disposición seis millones de dólares, fruto de una gran colecta.