La Conferencia Episcopal Costarricense (CEC) publicó un enérgico comunicado en el que advierten a los feligreses sobre la presencia del grupo autodenominado “Iglesia Católica Reformada”, y las graves faltas eclesiales en las que incurre el grupo y todos aquellos que de algún modo se unan a él.
Los Obispos aclararon que “los fieles católicos, tanto clérigos como laicos, que de manera definitiva se unan y acepten las disposiciones y creencias de un grupo cismático, como la mencionada Iglesia Católica Reformada, incurren en excomunión, por estar faltando a la normativa eclesiástica compilada en el Código de Derecho Canónico (CIC)”.
Los Prelados explicaron en qué errores se incurre al aceptar este grupo: “Reconocemos la facultad que asiste a los fieles católicos a fundar asociaciones, sin embargo, ninguna asociación asumirá el nombre de ‘católica’, sin el consentimiento de la competente autoridad eclesiástica”, según lo explica el punto 312 del CIC, “de no existir un decreto emitido por la Santa Sede, para las asociaciones universales o internacionales, o de la Conferencia Episcopal para las nacionales o bien del obispo diocesano para su territorio, ninguna asociación puede llamarse católica”.