Quince mil personas, más del doble de participantes del año pasado, colmaron las calles de San Francisco durante la marcha por la vida del domingo, en la que caminaron detrás de una gran pancarta en la que se podía leer “el aborto daña a las mujeres”.
“Estamos construyendo un momento”, indicó una de las organizadoras de la marcha, Dolores Meehan, en referencia al control de la policía. “No es sólo un evento, es un movimiento”, añadió.
El recorrido de casi cuatro kilómetros es una manera de solidarizarse con las mujeres que alguna vez han abortado o que necesitan ayuda con sus embarazos, y para el evento se ha adoptado el lema de las Feminists for Life of America (FFL), “La mujeres merecen algo mejor que el aborto”.