El Obispo de Posadas, Mons. Juan Rubén Martínez, recordó que “la corrección fraterna es una forma de solidaridad enraizada en el amor”, por lo que lamentó que sea poco ejercitada entre los cristianos.
"Corregir con caridad a un hermano, amigo o a alguien que anda por mal camino es siempre fruto del amor y a la larga puede tener consecuencias sociales importantes porque Cristo nos lo enseña en el Evangelio", añadió.
Tras aclarar que una corrección sólo puede ser eficaz si parte de la humildad y no de la soberbia, el Prelado advirtió que “la práctica habitual es hablar mal de los demás, sin reparar en el daño que podemos ocasionar a la persona y el mal ambiente que generamos con este tipo de comentarios".