El Arzobispo de Paraná, Mons. Mario Maulión, lamentó la pérdida de aproximadamente 45 mil kilos de alimentos, que tuvieron que ser quemados por sobrepasar la fecha de vencimiento o porque fueron infectados por los roedores.
Semanas atrás, partidas de alimentos del Programa de Refuerzo Alimentario Focalizado fueron incineradas por estar en mal estado. La mercadería estuvo almacenada más tiempo de lo debido en galpones cedidos por el Ejército, que a la vez tenían goteras en los techos. Las investigaciones han llegado a involucrar a autoridades del Gobierno central.
“Es lamentable que se haya llegado a una situación de este tipo”, afirmó el Prelado. Indicó que “más allá de las responsabilidades emergentes” de quienes estaban a cargo, “de hecho es una cosa muy triste frente a las necesidades que hay”.