Un nuevo estudio publicado por el British Journal of Health Psychology demuestra que las mujeres que alguna vez han abortado tienen tres veces más posibilidades de consumir drogas durante un siguiente embarazo.
El estudio se apoya en la evidencia existente que sugiere que los embarazos posteriores a un aborto pueden originar una profunda pena, relacionada al aborto o abortos anteriores. Muchas de estas mujeres buscarían suprimir este dolor con las drogas y el alcohol.
El análisis demostró que las mujeres que alguna vez abortaron intencionalmente son más propensas a consumir drogas en embarazos siguientes; mientras que las mujeres que abortaron espontáneamente o dieron a luz a sus bebés muertos, no lo son.