La Santa Sede dio a conocer el documento final sobre el primer Encuentro Internacional de Pastoral para la liberación de las mujeres de la calle, promovido por el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes.
El texto del documento señala que la prostitución es “una forma de esclavitud moderna”, como el tráfico de seres humanos y la explotación sexual. Estos "son actos de violencia contra las mujeres y, por tanto, una ofensa a su dignidad y una grave violación de los derechos humanos fundamentales".
"La Iglesia –se lee en el documento– tiene una responsabilidad pastoral en la promoción de la dignidad humana de las personas explotadas a través de la prostitución y en apoyar su liberación y su sustento económico, así como su educación y formación. La Iglesia debe asumir la defensa de los legítimos derechos de las mujeres" y denunciar "las injusticias y la violencia contra las mujeres de la calle, en cualquier lugar y circunstancia".