Benedicto XVI deplora los atentados en Londres e invoca el consuelo de Dios

El Papa Benedicto XVI recibió con profundo dolor la noticia de los atentados terroristas sucedidos esta mañana en el centro de Londres, deplorando tales “actos de barbarie contra la humanidad” e invocando para Gran Bretaña el consuelo de Dios.

En un telegrama enviado mediante el Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado Vaticano, al Arzobispo de Westminster, Cardenal Cormac Murphy O'Connor, el Santo Padre señaló que “reza fervientemente por las víctimas y por todos los que están de duelo”.

Asimismo, la nota informa que el Pontífice “deplora esos actos de barbarie contra la humanidad” y le pide al Arzobispo británico “que exprese a las familias de los heridos su cercanía espiritual en estos momentos de dolor, mientras invoca para Gran Bretaña el consuelo que solamente Dios puede dar en circunstancias semejantes".

En conferencia de prensa, Scotland Yard informó que a partir de las 8:51 y hasta las 9:47, hora local, explotaron cuatro bombas, tres de ellas en la red de trenes y una en un autobús. El servicio de inteligencia británico también confirmó la muerte de 32 personas, sin considerar aún las víctimas mortales en el autobús.

Asimismo, el comisario jefe de Scotland Yard, Ian Blair, confirmó que las explosiones responden a un "ataque coordinado" y precisó que no hubo advertencia previa de los atentados. Blair también confirmó que hay pruebas de restos de explosivos en, al menos, uno de los lugares afectados por las explosiones.

Los atentados tienen lugar al día siguiente de la elección de Londres como sede de los Juegos Olímpicos 2012 y coinciden con el inicio de la cumbre del G8 que reúne a los mandatarios de los países más industrializados del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Gran Bretaña, Japón), además de Rusia, en la ciudad escocesa de Gleneagles para tratar el tema de la pobreza en el mundo y, particularmente, en África.

Se supo también que luego de conocido el hecho, el Primer Ministro inglés, Tony Blair, dejó la cumbre para volver de inmediato a Londres y atender la situación de emergencia.