Jason Torres, un católico de Virginia, tomó la difícil decisión de mantener con vida a su esposa embarazada –a quien se le declaró muerte cerebral– con la esperanza que su bebé nazca en unas semanas.
Susan Torres, una investigadora de 26 años del National Institute of Health, sufrió un derrame cerebral el 7 de mayo debido a un tumor cerebral que no detectó a tiempo. Si bien las funciones cerebrales de Susan se han detenido, la bebé que porta en su seno, de 21 semanas de gestación, aún está viva.
Si Susan puede resistir un mes más con vida y el cáncer que padece no afecta su útero, la bebé podría nacer y sobrevivir, según indicó Jason.