Matrimonio es realidad natural y no producto de diseño, dice Arzobispo

En el marco de la gran movilización que se realizará en España este sábado 18 para manifestar el rechazo popular a la ley promovida por el Gobierno y respaldada por el “lobby gay” que pretende equiparar las uniones entre homosexuales al matrimonio, el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, señaló que "el matrimonio es una realidad natural, no un producto de diseño" y que "la familia necesita leyes justas".

En su última carta pastoral, el Prelado advirtió que familia "puede sufrir graves discriminaciones ante leyes confusas que no reconocen y tergiversan los elementos esenciales del matrimonio" y adelantó que “promover el cambio de naturaleza del matrimonio y de la familia es un fraude y un error que a nadie beneficia y que daña los fundamentos mismos de la sociedad".

En su misiva, Mons. García-Gasco también llamó la atención sobre "quienes parecen estar empeñados en confundir el derecho a fundar una familia con una vertiente más del derecho de asociación". La familia, sin embargo, "es una realidad natural, que tiene anudadas misiones propias que no comparte con ningún otro grupo", precisó el Arzobispo de Valencia.

Al referirse a la complementariedad de la sexualidad masculina y femenina, el Arzobispo indicó que ésta "es una diferencia gozosa que la naturaleza ha dispuesto para la procreación de la especie y la supervivencia de la sociedad y del género humano". La Iglesia "reconoce esa complementariedad querida por Dios y la eleva a la dignidad de sacramento", añadió en su carta titulada "Leyes justas para la familia".

Para Mons. García-Gasco, "de igual modo que nadie puede aceptar hoy la poligamia como una manifestación de civilización y de derechos humanos, tampoco resulta aceptable que se confunda el matrimonio con otras relaciones o realidades con las que no comparte la misma misión ni finalidad complementaria de donación mutua, abierta a la vida y a la continuación de la especie humana".

Debilitamiento de la democracia

Más adelante, el Arzobispo expresó que "la familia fundada en el matrimonio, en la alianza fiel e indisoluble entre el varón y la mujer, es uno de los elementos fundamentales de la convivencia justa, de las libertades democráticas y de la paz social", y alerta de que "atacar el matrimonio debilita la sociedad democrática".

Por estas razones, el Prelado insistió en que "es justo que los ciudadanos exijamos leyes justas para la familia y denunciemos aquellas normas que de manera directa e indirecta debilitan o amenazan la dignidad de la familia, dificultan su misión, oscurecen y confunden su identidad".

Al referirse a la persona de orientación homosexual, el Prelado indicó que "debe ser plenamente respetada en su dignidad" y aseguró que "no es lícito ni cristiano faltar el respeto a ninguna persona”. El Evangelio "nos pide a todos esfuerzo, entrega, y nos recuerda que la ayuda de Dios no ha de faltar a nadie, en cualquier circunstancia en la que se encuentre".

exigir a los parlamentos que legislen para el bien de todos