La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) condenó la ola violencia que ha sacudido la zona noreste del país en las últimas semanas, causada por miembros del narcotráfico.
En conferencia de prensa, el Consejo Permanente de la CEM señaló que los operativos realizados por el gobierno sólo responden a una necesidad urgente, pero hacen falta soluciones de fondo que permitan resolver los problemas existentes.
Los obispos indicaron que este problema seguirá aumentando "si no se logra terminar con la complicidad entre autoridades y traficantes". Destacaron que la reacción de la Iglesia se debe al penoso derramamiento de sangre ocurrido.