Arzobispo insta a políticos al compromiso sin ambigüedades contra terrorismo en Valencia

El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, pidió a los responsables políticos y sociales un claro compromiso para erradicar el terrorismo en España, pues contra éste “no caben ingenuidades, ni aventuras, ni experimentos alocados, ni ambigüedades”.

Durante una Misa para la Asociación de Víctimas del Terrorismo de la Comunidad Valenciana celebrada este miércoles en la Catedral de Valencia, el Prelado afirmó que “nadie que tenga hoy responsabilidades políticas o sociales puede tener decencia y credibilidad si no demuestra en sus palabras, obras y voto un claro compromiso para erradicar el terrorismo, desde el Estado de Derecho, desde la primacía del bien común”, refiere la agencia Avan.

En la celebración, Mons. García-Gasco hizo un llamado a “no perder la memoria porque los recuerdos deben convertirse en una severa lección para nuestra generación y para las futuras generaciones”, precisando que “tenemos el deber de recordar, especialmente a los jóvenes, a qué formas de inaudita violencia puede llegar el desprecio del ser humano y la violación de sus derechos”.

El Arzobispo enfatizó que “vivir en democracia exige aislar la perversión terrorista” y urgió a que “este imperativo moral debe traducirse en una práctica política clara y nítida, carente de fisuras y de ambigüedades”. Además, “la experiencia nos muestra, con el amargo testimonio de la sangre inocente, que toda debilidad ante los que practican la violencia acrecienta el peligro de nuevos atentados”.

Justicia, perdón y arrepentimiento

El Arzobispo valenciano advirtió que, sobre la lucha contra el terrorismo la Iglesia “propone una verdad moral insoslayable, que no será fácilmente comprendida por algunos” y que se basa en tres postulados: “No habrá paz sin justicia. No habrá justicia sin perdón. No hay perdón sin arrepentimiento”.

Mons. García-Gasco animó a las víctimas del terrorismo a construir la paz verdadera “desde la justicia y esa forma particular de amor que es el perdón”. No obstante, aclaró, “el perdón se opone al rencor y a la venganza, nunca a la justicia”. El perdón “no elimina ni disminuye la exigencia de la reparación, que es propia de la justicia, sino que trata de reintegrar al ser humano”. Por ello, el Arzobispo exigió “que nadie invoque el perdón para traicionar la justicia y que nadie confunda la justicia con la venganza”.

Tras afirmar que “ninguna acción terrorista puede quedar impune”, el Prelado recordó que los terroristas “tratan también de provocar el odio en la sociedad”, para generar así “un clima de crispación en el que cualquier detalle hace surgir una respuesta violenta, también la violencia verbal”.

En consecuencia, “reaccionar con odio indiscriminado frente a los crímenes de ETA es, por ello, favorecer los fines de los terroristas, aceptar sus tesis del conflicto irremediable”, concluyó.