El Obispo de Ávila, Mons. Jesús García Burillo, solicitó, junto a otros prelados españoles, que el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2005 sea otorgado a las Hijas de la Caridad por su trabajo solidario con los más pobres, enfermos y desvalidos.
En el pedido formal, Mons. García Burillo afirmó que las religiosas “prestan un inestimable servicio social de carácter universal, merecedor de un agradecimiento público por parte de la sociedad”.
El Prelado destacó que las Hijas de la Caridad “entregan plenamente su vida a la atención de los más pobres, marginados y olvidados, siempre promoviendo la justicia, la paz y la solidaridad, por pura generosidad y altruismo”.