Al tomar posesión de la residencia veraniega pontificia de Castelgandolfo, el Papa Benedicto XVI aseguró ante la multitud presente que pasará sus veranos en el lugar que por más de dos décadas acogió el descanso de Juan Pablo II.
El Pontífice llegó a la residencia ubicada a 30 kilómetros al sur de Roma, en su primera visita a la villa, y fue recibido por cientos de vecinos.
Al asomarse al balcón central de la fachada del edificio y en medio de aplausos, el Papa señaló que “he venido a tomar contacto con el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, donde si Dios quiere tengo la intención de pasar los meses de verano”. El Santo Padre dijo que ésta es la primera de “las muchas” visitas que tiene previsto realizar y deseó “paz y serenidad” a los habitantes del pueblo.