La ciudad de Roma se prepara para recibir a medio millón de peregrinos y decenas de delegaciones oficiales del mundo entero, con ocasión de la Misa inaugural del pontificado de Benedicto XVI.
"Roma se prepara con serenidad para otra prueba extraordinaria. Una vez más, contamos con el civismo y la gran generosidad de los ciudadanos", explicó el alcalde Walter Veltroni, quien junto a las autoridades municipales ha elaborado un dispositivo especial de seguridad y de transporte similar al desplegado durante los funerales de Juan Pablo II.
Entre los esperados, destaca la delegación de Alemania que podría llegar con 100 mil peregrinos encabezados por el canciller Gerhard Schroeder, el presidente Horst Koehler y el Padre. Georg Ratzinger, hermano mayor del Pontífice.