En la que constituyó su seguda salida del territorio vaticano en menos de 48 horas desde su elección como Pontífice, Benedicto XVI pasó esta tarde tres horas en su antigua residencia, donde compartió con algunos amigos y colaboradores más cercanos.
Fue recibido entre vivas y aplausos, a los que correspondió emocionado con sonrisas y saludando afectuosamente con las manos.
El Papa cumplió el breve trayecto al edificio hasta la plaza de la Citta Leonina, en el automóvil papal matrícula SCV-1, que salió desde la puerta de Santa Ana, a la izquierda de la basílica vaticana.