El Arzobispo de la Plata, Mons. Héctor Aguer, señaló que el Papa Juan Pablo II transmitió la luz del misterio de Cristo sobre “la vida concreta de la sociedad contemporánea”, y de allí partió su férrea defensa “de la dignidad de la persona y de sus derechos fundamentales”.
Durante la Misa de sufragio por el eterno descanso del Pontífice, Mons. Aguer afirmó que la irradiación personal del Santo Padre llegó a todos, pero especialmente a las gentes sencillas que “lo han sentido próximo”. Agregó que Juan Pablo II cautivó “a los sabios y poderosos de este mundo”.
Ante cientos de feligreses reunidos en la Catedral, el Arzobispo dijo que el Papa supo enfrentar los desafíos que le planteaba “un siglo torturado” y dramático, así como “el pasaje incierto a un nuevo milenio”.