Sin que medie alguna situación extraordinaria, pasados 15 días desde que la Sede Apostólica quede vacante por la partida del Papa Juan Pablo II a la Casa del Padre este sábado 2 de abril, y tras nueve días continuos de celebraciones exequiales en sufragio de su alma, los Cardenales electores de la Iglesia se reunirán en Cónclave para elegir al 265° sucesor del apóstol San Pedro.
Según indica la Constitución Universi Dominici Gregis, tras comprobar oficialmente la muerte de Juan Pablo II, el Cardenal Camarlengo, el español Eduardo Martínez Somalo, habría dado la noticia al Decano del Colegio Cardenalicio, Joseph Ratzinger, quien a su vez, tiene la responsabilidad de informar y convocar a Cónclave a todos los Cardenales. Asimismo, debe informar del fallecimiento del Papa a los Jefes de Estado y miembros del Cuerpo Diplomático acreditados ante la Santa Sede.
De los 184 Cardenales –uno de los cuales es “in pectore”, es decir, cuya identidad no ha sido hecha pública por el Papa–, solo 117 tienen derecho a elegir al sucesor de Juan Pablo II al tener menos de 80 años de edad.