A pocas horas de que el Tribunal Constitucional sostenga una audiencia pública para evaluar si se permite o no la comercialización de la píldora del día siguiente en el país, los obispos nacionales recordaron a los ecuatorianos que el fármaco es abortivo y nada justifica su uso.
El presidente del Departamento de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Mons. Germán Pavón Puente, publicó un comunicado en el que sostiene que los embarazos precoces “constituyen ciertamente un grave problema. Pero un problema no se resuelve creando otros problemas ni, menos aún, recurriendo irresponsablemente a la solución criminal del aborto”.
“No faltan quienes, envueltos en aires de falsa modernidad, llegan a proclamar el aborto como un derecho de la mujer a tomar decisiones sobre su propio cuerpo. Nada más falso, puesto que el ejercicio de la propia libertad tiene un límite infranqueable: el derecho a la vida de los demás. El nuevo ser concebido ya no es ‘su cuerpo’: es una vida nueva, distinta a la de la mujer que la concibió y nadie puede disponer de esa nueva vida”, advirtió.