El miércoles, el Arzobispo de Denver, Mons. Charles Chaput, expresó su beneplácito por una reciente decisión de la Corte Suprema que prohíbe condenar a muerte a los menores de 18 años.
En su columna del Denver Catholic Register, Chaput señaló que “desde la perspectiva de la Iglesia, esta noticia es importante, es una victoria para la reflexión atenta y para la decencia común”.
Sin embargo, lamentó que el gran problema de la pena de muerte “aún esté con nosotros”, indicando que “la enseñanza católica sobre la pena de muerte se deriva de la santidad de la vida de una persona. Toda vida es sagrada. Toda persona, incluso un asesino convicto, ha sido creada por Dios y tiene una dignidad dada por Él”.