Miles de feligreses, llegados de diferentes partes del mundo, se reunieron en la Catedral de Coimbra para despedir a Sor Lucía, la última vidente de Fátima, que falleció el domingo último y un día antes recibió una carta del Papa Juan Pablo II con su bendición.
Feligreses orantes, apesadumbrados, con los ojos enrojecidos; personas con flores blancas y rezos en voz baja, pudieron apreciarse durante los funerales de la última pastorcita que en 1917 tuvo la visión de la Virgen María en Cova de Iría, Fátima.
A la despedida de Sor Lucía acudieron personajes del mundo político y empresarial, como el Primer Ministro portugués Pedro Santana Lopes y el empresario Belmiro De Azevedo, quien acudió junto con su esposa.