En un conmovedor mensaje leído durante el funeral de Sor Lucía en la Catedral de Coimbra, el Papa Juan Pablo II expresó su cercanía y unión espiritual con la última testigo de la aparición de la Virgen de Fátima, y afirmó que “siempre me he sentido sostenido por el don cotidiano de su oración”.
En su carta –enviada al Obispo de Coimbra, Mons. Albino Cleto–, el Santo Padre afirmó que “me sentí siempre apoyado por el don diario de sus oraciones, especialmente en los momentos más difíciles de las pruebas y el sufrimiento”.
“Recuerdo con emoción nuestras reuniones y los lazos de amistad espiritual que se intensificaron a lo largo del tiempo”, manifestó el Papa y agregó que “Sor Lucía nos deja un ejemplo de gran fidelidad al Señor y de adhesión gozosa a su voluntad divina”.