La Arquidiócesis de Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco, se unió a la Comunidad Hebrea de Guadalajara en un esfuerzo conjunto para llevar alimentos a 55.000 personas de escasos recursos esta Navidad.
La iniciativa, que se realiza desde hace siete años, surgió originalmente bajo el nombre “10 mil Navidades en Una”, ya que la meta inicial era ofrecer esa cantidad de cenas. Pero la cifra fue rápidamente superada. El P. José Dolores Aguayo, coordinador del proyecto, compartió con ACI Prensa que desde el primer año se logró preparar alimento para 12. 500 personas.
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Con el paso del tiempo, la meta ha ido aumentando y hoy se busca llegar a 55.000 beneficiarios. Las cenas navideñas, que consisten principalmente en tamales y bebidas, se distribuyen tanto en hospitales como en parroquias ubicadas en zonas necesitadas del estado.
“Se entrega todo el insumo y cada parroquia prepara comida para 1.000, 500 o hasta 2.000 personas, de acuerdo con la necesidad y su capacidad de operación”, señaló el sacerdote.
El P. Aguayo explicó que una de las cenas comunitarias más numerosas es la que se realiza en la explanada de la Catedral Metropolitana de la Asunción de María Santísima, en Guadalajara.
La iniciativa cobra especial relevancia en un contexto marcado por la pobreza. De acuerdo con datos del INEGI, para 2022 en Jalisco 1.856.344 personas vivían en situación de pobreza multidimensional, lo que representó 21.8% de la población, es decir, poco más de dos de cada diez jaliscienses.

Durante una conferencia de prensa el 19 de diciembre, el Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, destacó que la Navidad es un momento idóneo para acercarse a los “hermanos y hermanas que más sufren, que más necesitan”.
Indicó que una forma concreta de expresar esta cercanía es “con un regalo muy natural, muy humano, como es una cena, un alimento, un postre, una bebida. Acercarnos a los hermanos que sufren es abrazar también nosotros a Cristo hecho carne”.
Uno de los aspectos distintivos del proyecto es la colaboración con la Comunidad Hebrea, cuyos integrantes participan activamente como voluntarios, incluso en las parroquias católicas. Al respecto, el P. José Dolores Aguayo destacó que este gesto “es un momento para manifestar que son más los elementos que nos unen que aquello que nos pudiera dividir”.



