El Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano dejó sin efecto las sanciones de restricción al ejercicio del ministerio y la expulsión de la Compañía de Jesús al P. Felipe Berríos SJ por “no haber llegado a una suficiente certeza moral sobre la comisión de los delitos denunciados”, informó la Compañía de Jesús en Chile. 

En 2022, ante denuncias en contra del P. Berríos, la Compañía de Jesús había realizado una investigación previa canónica que determinó la verosimilitud de siete denuncias. 

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El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ordenó entonces la realización de un proceso administrativo penal, a cargo del P. Dante Simón, quien en carácter de Delegado del Superior General de la Compañía de Jesús, corroboró los hechos denunciados y agregó un nuevo caso. 

Finalizado ese proceso, en abril de 2024 el Superior General decretó para el P. Berríos, por un lado, la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal por un periodo de 10 años; y por otro, su expulsión de la Compañía de Jesús. 

En junio del mismo año, el P. Berríos apeló la decisión ante el Dicasterio, que este martes se expidió dejando sin efecto ambos decretos, en una decisión inapelable. 

Al comunicar el fallo, la Compañía de Jesús en Chile aseguró que respeta la decisión y la ejecutará íntegramente.  

Sin embargo, aclaró que iniciará un proceso de reparación con cada una de las ocho personas que hicieron las denuncias, y que “ha impuesto al P. Berríos medidas disciplinarias respecto a su estilo de vida y actividad apostólica como presbítero jesuita”. 

“Como Compañía de Jesús, reiteramos nuestro compromiso con la búsqueda de la verdad y de la justicia, nuestro absoluto rechazo a cualquier tipo de abuso y nuestro esfuerzo sostenido por el cumplimiento de protocolos que aseguren la debida protección de niños, niñas, adolescentes y personas en situación de vulnerabilidad”, concluye el comunicado. 

El recorrido de las acusaciones contra Felipe Berríos 

El proceso contra el sacerdote jesuita Felipe Berríos comenzó en 2022, cuando la Compañía de Jesús inició una investigación previa canónica a raíz de denuncias de connotación sexual. 

En el marco de la investigación, el P. Berríos fue suspendido de su ejercicio sacerdotal, obligado a fijar domicilio en Santiago y a cumplir con la prohibición de trabajar con menores de edad. 

Esto derivó en que el religioso presentara una autodenuncia ante el Ministerio Público para ser investigado por la justicia civil, por considerar que los hechos que se le imputaban no eran ciertos, y buscando, según sus propias palabras, “que se conozca públicamente la verdad”. Sin embargo, el proceso se cerró por falta de colaboración de la presunta víctima. 

En junio de 2023, el Juzgado de Garantías N°12 de Santiago de Chile determinó el sobreseimiento del proceso al sacerdote jesuita en una causa por presunto abuso sexual, al considerar que no existió delito. Sobre los hechos, ocurridos luego de 2005, la Justicia determinó: "Incluso si ellos fueran ciertos, no serían constitutivos de delito". 

Respecto a otros seis casos investigados por la Fiscalía Sur, se derivaron a la justicia antigua por ser anteriores a 2005 (previos a la Reforma Procesal Penal en Chile). 

En una resolución del 26 de abril de 2024, la Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago decidió no dar lugar a la apelación interpuesta por el abogado del P. Berríos, en el que pedía el sobreseimiento y cierre total de la indagatoria. 

Sobre una de las denuncias, el 34° Juzgado del Crimen de Santiago (Chile) determinó en junio de 2025 el sobreseimiento del sacerdote por prescripción en la investigación, aunque las pruebas recabadas y el testimonio de la víctima —que fue consistente a través del tiempo, coherente y verosímil— permitieron acreditar los elementos correspondientes a un abuso sexual cometido por el sacerdote el 17 de agosto del año 2000. 

En cuanto a la investigación canónica, luego de que la abogada instructora determinara en 2022 que las denuncias contra el sacerdote eran verosímiles, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ordenó un proceso administrativo penal, a cargo de la Compañía de Jesús. 

Los hechos que se le imputaron a Berríos son actos “de significación sexual de distinta relevancia que habrían afectado a siete mujeres jóvenes y adolescentes”, respecto a ”tocaciones y diversos traspasos de límites en el ejercicio del sacerdocio, entre los años 1993 y 2009″, expusieron los Jesuitas

El 30 de mayo de 2023, tras investigar evidencias y recibir la documentación de la defensa, el Vicario Judicial, Dante Simón, derivó los antecedentes a la Curia General de la Compañía de Jesús en Roma. 

La provincia chilena de la Compañía de Jesús (jesuitas) informó el 10 de mayo de 2024 que el sacerdote Felipe Berríos fue hallado culpable de cometer abusos y de delitos de solicitación de favores sexuales en el marco del sacramento de la confesión, por lo que se determinó su expulsión de la orden y la prohibición por 10 años del ejercicio público del ministerio sacerdotal. 

Tras una apelación presentada por la defensa del sacerdote, en diciembre de 2025 el Dicasterio para la Doctrina de la Fe dejó sin efecto las sanciones impuestas por considerar que no existe “suficiente certeza moral” sobre los delitos denunciados.