La cobertura de las declaraciones del portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) sobre la prevención del SIDA, despertaron la reacción de obispos en otros países que no dudan de la comunión de sus hermanos en el Episcopado y piden a la prensa aclarar el malentendido.

El Secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, Mons. José Luis Redrado Marchite, aseguró desde Roma que la Iglesia en España está "en el corazón de la Iglesia Católica”.

"Hablé personalmente con el Secretario de la Conferencia Episcopal Juan Antonio Martínez Camino, y me dijo que está preparando una nota "que aclararía la confusión por sus declaraciones", afirmó Mons. Redrado.

Según Mons. Redrado, se trató de un malentendido. "Esta mañana recibió muchas  llamadas de personas preocupadas. Hay que hablar claro. Existen  40 métodos de prevención del SIDA, pero no todo lo que producen los laboratorios científicos puede utilizarse: hay que tener en cuenta la moral y el propio credo", precisó.

No se ajusta a la verdad

En Chile, el Presidente del Episcopado y Obispo de Rancagua, Mons. Alejandro Goic, aseguró a la prensa que la versión de la prensa secular no se ajusta a las palabras de Mons. Martínez.

“En relación a una versión periodística que recoge las palabras del presidente de la Conferencia Episcopal española a favor del uso del preservativo como una forma de enfrentar el flagelo del SIDA, es preciso señalar que esa versión no se ajusta a lo que efectivamente afirmó la Conferencia Episcopal en la que manifestó su adhesión a la enseñanza de la Iglesia”, sostuvo.

Aclaración argentina

Por su parte, el Secretariado Nacional para la Familia de la Conferencia Episcopal Argentina expresó en un comunicado oficial que “de ninguna manera la Iglesia ha aprobado ni justificado el uso del preservativo”, y que su posición “no ha cambiado en cuanto a que el único camino para prevenir cualquier enfermedad de transmisión sexual es la fidelidad y la abstinencia”.
Asimismo, advierte que “fomentar las relaciones promiscuas bajo el argumento de la protección, es al menos temerario, considerando que la falla de este sistema oscila (dependiendo de la enfermedad) de entre un 3 al 10 por ciento”.