Diversos colectivos católicos y civiles de Quito (Ecuador) convocaron para el 3 de diciembre un acto público de reparación en la Plaza Grande, frente al Municipio, luego de la presentación de una obra teatral drag en la antigua capilla del Museo de la Ciudad, un espacio que, aunque desacralizado desde 1998, conserva símbolos e identidad cristiana.

La jornada inició con el rezo del Santo Rosario a las 3:30 p.m. (hora local), y siguió con un plantón cívico a las 4:00 p.m.

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Los organizadores afirman que la iniciativa surgió como respuesta al agravio que, a su juicio, representó la obra “Aristócratas: Crónicas de una Marica Incómoda”, presentada los días 27 y 29 de noviembre con autorización de la Secretaría de Cultura y la Fundación Museos de la Ciudad.

Un acto deliberadamente contrario a la fe cristiana

José Ignacio, director de la Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción, explicó a ACI Prensa que la convocatoria reunió a varias organizaciones, entre ellas Familia Ecuador, para realizar un acto de reparación “porque fue justamente en el casco histórico que se realizó este acto completamente ofensivo a la Santísima Virgen y a la fe católica, y es ahí mismo donde queremos repararlo”.

Acto público de reparación en la Plaza Grande, el 3 de diciembre de 2025. Crédito: Cortesía de José Ignacio Gómez
Acto público de reparación en la Plaza Grande, el 3 de diciembre de 2025. Crédito: Cortesía de José Ignacio Gómez

Recordó que una de las imágenes más controvertidas del espectáculo fue la participación de “un hombre vestido de mujer, con un velo y coronada como la Santísima Virgen”, lo cual —afirmó— constituyó “una mofa de la fe católica y de la Santísima Virgen, que es lo más sagrado que tenemos después de la Sagrada Eucaristía”.

“María Santísima fue públicamente agraviada y la fe católica fue públicamente ofendida. Por lo tanto, públicamente queremos repararlo”, subrayó.  

El dirigente indicó además que el plantón pedirá al alcalde Pavel Muñoz “que se disculpe públicamente”, pues fue bajo su administración. Según dijo, el mensaje del Municipio “fue muy displicente” y careció del carácter formal que los fieles consideran necesario.

También solicitarán que se garantice que “no se vuelvan a utilizar estos espacios patrimoniales para actos que ofendan gravemente la creencia y la espiritualidad de la mayor parte de los ecuatorianos”.

“No tenemos nada contra las personas, pero sí contra lo que hicieron”

Felipe León, del movimiento Libres por la Vida y la Familia, señaló que el plantón surgió porque “barrios, líderes y comunidades civiles se han sentido afectados por este ataque a la fe”.

“Nosotros no tenemos nada en contra de estas personas, no tenemos nada en contra de los colectivos LGBTI, pero sí en contra de lo que hicieron. Escogieron el espacio donde sabían que había simbolismo católico para burlarse de nuestra fe por eso hemos decidido llamar a la gente a la Plaza Grande”, afirmó.  

Sobre el rosario de reparación, afirmó: “Es una de las oraciones más fuertes que podemos realizar… importante para pedir que Dios pueda abrir los ojos a estas personas que han decidido atacarnos”.  

“Creo que el mensaje más importante y más claro es que la fe no se toca. No vamos a permitir atropellos de ninguna autoridad… ni que nadie use la fe católica y cristiana para burla ni para motivos políticos”, enfatizó.  

Acto de reparación tras obra drag en antigua capilla del Museo de la Ciudad de Quito, 3 de diciembre de 2025. Crédito: José Ignacio Gómez
Acto de reparación tras obra drag en antigua capilla del Museo de la Ciudad de Quito, 3 de diciembre de 2025. Crédito: José Ignacio Gómez

En el mismo sentido, André Santos, líder del Movimiento FIRMES, señaló que este acto será un punto de partida para demostrar que “los católicos estamos organizados” y que defenderán públicamente sus convicciones.

“Nuestra única bandera de lucha es Cristo, la Virgen y los principios occidentales que construyeron la ciudad de Quito”, afirmó.

Reacción de la Iglesia y del Municipio

El Arzobispo de Quito expresó el 1 de diciembre su “adhesión” al rechazo de los fieles y lamentó el uso dado a la antigua capilla, asegurando que comparte el malestar de quienes “se han sentido ofendidos en su fe”.

Ese mismo día, la Secretaría de Cultura y la Fundación Museos de la Ciudad publicaron un comunicado en el que “lamentan haber afectado las creencias de una parte de la ciudadanía” y subrayan que “respetan la diversidad cultural y religiosa”. A su vez, recordaron que la capilla “es un espacio desacralizado” y que su uso cultural cumple protocolos de conservación, aunque manifestaron su disposición al diálogo.