El Arzobispo de Hermosillo, Mons. José Ulises Macías Salcedo, denunció que “el problema de la drogadicción existe y es como una ola que se está agigantando y parece que es incontenible, cuando debería ser contenible”.
El Arzobispo lamentó que la Iglesia no disponga de los recursos necesarios para crear centros de rehabilitación pero advirtió que la familia debe ser la primera escuela donde los jóvenes aprendan hábitos y buenas costumbres.
“La educación es lo más importante y a nosotros (la Iglesia) nos toca hacer un llamado a la conciencia”, agregó el Prelado.