En su discurso a los miembros de la Inspección de Seguridad Pública del Vaticano, el Papa Juan Pablo II agradeció la labor que realizan y los exhortó a participar activamente de la Eucaristía dominical como una “ocasión privilegiada para un encuentro personal con Cristo”.
El Santo Padre resaltó que “para los cristianos, el don más grande es ciertamente Jesús, nuestra salvación. Ha querido quedarse con nosotros en la Eucaristía: se ha hecho 'viático' nuestro, es decir, alimento espiritual nuestro para el camino de la vida”.
Este alimento –agregó el Papa– “nos sostiene en las pruebas y dificultades. Nos mantiene firmes en la esperanza y en los compromisos de cada día”.