El Arzobispo de Corrientes, Mons. Domingo Castagna, señaló que las tragedias de Buenos Aires y el Sudeste Asiático demandan que “nos acerquemos unos a otros, en gestos de auténtica solidaridad, para calmar el dolor de las heridas y otorgar la fortaleza del espíritu que todos necesitamos”.
El Prelado dijo que “es imposible ensayar explicaciones o perseguir posibles responsables”, y aclaró que no se puede hablar de castigo de Dios sino de los riesgos desafiantes de la naturaleza o de accidentes ocasionados por la imprudencia, la inadvertencia o la irresponsabilidad de los hombres.
Mons. Castagna señaló que “necesitamos prepararnos para compartir nuestros dolores y gozos en actitud de solidaridad fraterna pasando por alto las diferencias, siempre superables, y el deterioro causado por el mal aún activo”.