El presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, Mons. Thibault Verny, aseguró que la prevención frente a los abusos en el seno de la Iglesia Católica es la principal condición para que el Evangelio “resulte creíble”.
“La protección es, en efecto, la conditio sine qua non [condición indispensable] para que el Evangelio sea escuchado y resulte creíble”, señaló el arzobispo francés en la rueda de prensa en el Vaticano en la que fue presentado el segundo informe anual en el que ha estudiado la labor realizada en 2024 y que también se basa en entrevistas con víctimas de abusos.
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Mons. Verny, que preside desde julio este organismo instaurado por el Papa Francisco en 2014, aseguró que en la prevención de abusos “reside la llamada irrenunciable a caminar no sólo por las víctimas y los sobrevivientes de abusos, sino también con ellos, en el arduo trabajo de la conversión institucional”.
Entre otras recomendaciones, el informe publicado este jueves destaca “la importancia de un protocolo simplificado para la dimisión o destitución de los líderes o el personal de la Iglesia en casos de abuso o negligencia”.
El pasado 12 de septiembre, Mons. Verny entregó al Papa León XIV este informe. “He llegado a comprender nuestra misión como algo no sólo crucial, sino también como un peregrinaje permanente”, afirmó el actual presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores.
Mons. Verny invitó a “encarnar el Evangelio en acciones concretas”, lo que implica “dar prioridad a la fe, a la caridad y a la justicia en toda iniciativa de protección”. Así, llamó a “promover la paz y el bien común a través de estructuras eclesiales transparentes; y asegurar que la voz profética de los sobrevivientes siga siendo central en nuestra conversión colectiva”.
Por otro lado, aseguró que sólo “cuando los procedimientos canónicos se encarnan en las realidades locales, cuando las políticas se traducen en una vigilancia constante a nivel parroquial y en formación en los seminarios y casas religiosas, puede trazarse un auténtico camino de vida”.
Finalmente, aseguró que el informe anual debe ser una “herramienta” que acompañe año tras año la misión de protección de la Iglesia. “Deseamos apoyar a las autoridades eclesiásticas en su misión, mediante el fortalecimiento de los medios de protección y la promoción de normas comunes a todas las culturas”, concluyó.
El documento, que presenta las conclusiones y recomendaciones correspondientes al período de referencia del año 2024, subraya que la respuesta de la Iglesia ante el “flagelo de los abusos sexuales” debe estar en sintonía con la llamada constante del Papa argentino a una conversión continua.
En este sentido, León XIV ha manifestado también “su profundo compromiso”, según destacó el colombiano Mons. Luis Manuel Alí Herrera, número dos de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.
Por su parte, la jurista Maud de Boer señaló en la rueda de prensa que escuchar a las víctimas “es el primer paso para lograr una Iglesia más segura para nuestros hijos”, ya que estas “quieren sentirse escuchadas y validadas en sus experiencias”.
Añadió además que el estudio reveló que la Iglesia debe “ampliar su comprensión de la reparación más allá de las compensaciones económicas, para avanzar hacia una verdadera sanación y justicia”.



