El Papa León XIV aseguró que no intervendrá en el proceso judicial del Cardenal Angelo Becciu, exsustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, condenado por malversación, fraude agravado y abuso de poder.

En respuesta a un periodista que le preguntó sobre el “juicio Becciu” el martes por la tarde en Castel Gandolfo, el Pontífice dijo que “el juicio debe continuar” y que “no tiene intención de intervenir” en el proceso legal en curso.

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Las declaraciones del Papa se produjeron aproximadamente una semana después del inicio de la audiencia del Cardenal Becciu ante el Tribunal de Apelación del Vaticano, el 22 de septiembre, casi dos años después de su condena por el tribunal penal del Estado de la Ciudad del Vaticano.

En diciembre de 2023, tras un proceso de dos años y medio, el cardenal italiano y exsustituto de la Secretaría de Estado fue condenado, junto a otros ocho acusados, por delitos financieros.

Becciu, el primer cardenal en ser juzgado por el tribunal vaticano, recibió una condena de cinco años y medio de prisión, una multa de 8.000 euros (unos 9.400 dólares) y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

Los otros procesados también fueron declarados culpables y recibieron diversas sentencias. Cinco de ellos —Raffaele Mincione, Enrico Crasso, Gianluigi Torzi, Fabrizio Tirabassi y Cecilia Marogna— fueron condenados además a distintas penas de prisión.

El exsustituto de la Secretaría de Estado ha manifestado reiteradamente su inocencia, asegurando que actuó con la aprobación o autoridad papal al invertir dinero o realizar pagos con fondos vaticanos.

El Vaticano sufrió una pérdida de 200 millones de dólares tras una arriesgada operación inmobiliaria en la calle Sloane Avenue de Londres, negociada por la Secretaría de Estado en 2014 cuando Becciu estaba en funciones.

El cardenal también fue hallado culpable de transferir al menos 125.000 euros (unos 148.000 dólares) sin autorización a la fundación de su hermano en Cerdeña, así como de aprobar pagos superiores a 500.000 euros (unos 590.000 dólares) a la consultora geopolítica Marogna, quien, en lugar de destinar los fondos a una misión humanitaria para liberar a una religiosa secuestrada en Malí, fue acusada de gastarlos en artículos de lujo y viajes.

En octubre pasado, el Vaticano publicó los motivos de la condena de Becciu, señalando que estuvo implicado en el uso ilícito de fondos de la Santa Sede pese a no tener un “fin lucrativo” personal y subrayando que el proceso fue justo.

Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.