El Patriarca Latino de Jerusalén, Cardenal Pierbattista Pizzaballa, dijo a los maestros de catecismo en Galilea que si la fe no es significativa en sus vidas, entonces tampoco lo será en las vidas de sus alumnos.
Así lo indicó el purpurado en la Misa que celebró para los maestros de catecismo en las escuelas del patriarcado en Galilea, oficiada en la iglesia de San José en la localidad de Shafa'amr el sábado 27 de septiembre.
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Según informa el Patriarcado Latino de Jerusalén, en la Eucaristía concelebraron el párroco local, P. Ramez Twal, y el P. Ibrahim Shomali, Director de las Escuelas del Patriarcado en Galilea.

Este último dijo a los asistentes que “hoy, por primera vez, celebramos esta ocasión especial que da a nuestras escuelas una dimensión espiritual, fundamento mismo de nuestra misión educativa”.
“La presencia de Su Beatitud el Cardenal entre nosotros, encarna hoy la presencia del primer Maestro para todos nosotros, Jesucristo", añadió.
La homilía del Patriarca de Jerusalén
En su prédica, el Cardenal Pizzaballa subrayó que “el papel del profesor de catecismo no es menos importante que el de cualquier otro docente. Conlleva una misión única que requiere afrontar desafíos para preservar nuestra identidad cristiana y profundizar la conciencia de nuestros niños".

Tras señalar que la enseñanza del catecismo busca formar a las nuevas generaciones en la fe, la esperanza y el amor, el cardenal subrayó que “la catequesis significa encontrar a Jesús y amarlo más. Como maestros, sois testigos de esta fe; si no es viva y significativa en sus propias vidas, no será significativa para sus alumnos”.
“Están llamados a ver a cada alumno y reconocer su dignidad y valor, a diferencia del hombre rico que no vio a Lázaro", alentó el cardenal haciendo referencia al evangelio sobre el rico epulón que banqueteaba a diario y que no compartía lo que tenía con el pobre Lázaro que, al morir se salva, mientras el hombre adinerado no.
Pizzaballa también agradeció a todos los profesores por su dedicación y servicio a la misión de la Iglesia, animándolos a continuar difundiendo el Evangelio y las enseñanzas de Jesús con sus estudiantes.
Al final de la Misa los profesores renovaron sus promesas bautismales y recibieron un ejemplar de la Biblia, para marcar un nuevo comienzo en su camino educativo y espiritual de transmitir la fe y ser testigos de ella para los demás, especialmente sus alumnos.

