El sacerdote filipino Flaviano Antonio L. Villanueva, conocido por su labor en defensa de los derechos humanos y de las víctimas de la guerra contra las drogas, ha sido galardonado con el Premio Ramon Magsaysay 2025, considerado el “Premio Nobel de Asia”.
“Acepto este honor en nombre de los innumerables sin techo y de las valientes viudas y huérfanos victimizados por la guerra contra las drogas. Su resiliencia para levantarse de las cenizas de la injusticia, la pobreza y la impunidad es una revelación de que, desde un mundo fracturado, puede surgir un espíritu y una persona hermosa”, declaró el P. Villanueva al recibir el anuncio del premio, según informa Asia News.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El galardón, creado en 1958 y comparado con el Nobel, reconoce a líderes y organizaciones en Asia por su “grandeza de espíritu” y liderazgo transformador. Junto al sacerdote filipino, también fueron premiados la ONG india Educate Girls y la ambientalista maldiva Shaahina Ali.
Crítico de la guerra contra las drogas
El P. Villanueva, miembro de la Sociedad del Verbo Divino (SVD), ha sido uno de los más férreos críticos de las políticas del expresidente Rodrigo Duterte, cuya guerra contra las drogas dejó hasta 30 mil muertos, según grupos de derechos humanos.
Durante esos años, el sacerdote se dedicó a localizar cuerpos, acompañar a las familias de las víctimas y garantizar entierros dignos. “El reconocimiento de Fr. Flavie subraya la necesidad de perseguir justicia y rendición de cuentas por los crímenes de lesa humanidad del expresidente Rodrigo Duterte”, declaró a UCA News la secretaria general del grupo de derechos humanos Karapatan, Cristina Palabay.
El abogado y activista Aaron Pedrosa señaló, por su parte, que “el hecho de que un crítico tenaz de la guerra contra las drogas de Duterte haya sido reconocido no solo valida el trabajo de base, sino también la defensa de los derechos humanos en un tiempo en que los defensores son vilipendiados”.
Una profunda conversión
El sacerdote, conocido popularmente como “Padre Flavie”, experimentó en carne propia la exclusión social. Reconoció haber sido consumidor de drogas desde los 14 años hasta 1995. Tras una profunda conversión, se hizo misionero laico, ingresó al seminario en 1998 y fue ordenado sacerdote en 2006.
En 2015 fundó el Arnold Janssen Kalinga Center en Manila, para ofrecer “cuidado y servicio digno” a personas sin hogar. Allí brinda alimentación, ropa, alojamiento, duchas y acompañamiento espiritual.
La Fundación Ramon Magsaysay destacó que para el P. Villanueva, “ayudar a los pobres implica mucho más que proporcionarles comida, ropa y techo. Significa reconocer su dignidad humana, incluso con medios tan sencillos como bañarlos, un gesto sorprendentemente restaurador y típicamente cristiano”.
Asimismo, el perfil oficial publicado por la RMAF subraya que Villanueva ha demostrado que “incluso los más descarriados y necesitados pueden encontrar redención y renovación”, recordando su propia historia personal de adicción y conversión.
Uno de los proyectos más significativos impulsados por el sacerdote es el Dambana ng Paghilom (Santuario de la Sanación), el primer columbario conmemorativo del país para las víctimas de la guerra contra las drogas. Según la RMAF, este programa “no solo ha brindado consuelo a viudas y huérfanos, sino que también les ha permitido seguir llevando una vida productiva”.
El Cardenal Pablo Virgilio David, presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, destacó que el P. Villanueva es un “profeta valiente de nuestro tiempo”. “Su testimonio encarna el espíritu de la doctrina social de la Iglesia y el llamado evangélico a defender la sacralidad de la vida”, afirmó el purpurado en un comunicado el 31 de agosto.
La Fundación concluyó que, al elegir al sacerdote filipino, reconoce “su misión de toda la vida de defender la dignidad de los pobres y los oprimidos, demostrando diariamente con fe inquebrantable que al servir a los más pequeños de sus hermanos, todos son restaurados”.
El Premio Ramon Magsaysay 2025 se entregará oficialmente el 7 de noviembre en el Teatro Metropolitano de Manila.

