Al comentar el Salmo 71 durante la catequesis de este miércoles, el Papa Juan Pablo II recordó que para las Escrituras, violar el derecho de los pobres es una ofensa a Dios.
El Pontífice describió el salmo como “un canto real que los Padres de la Iglesia han meditado e reinterpretado en clave mesiánica”.
El salmo se abre, explicó el Papa, con una “intensa invocación coral a Dios para que conceda al soberano el don fundamental para el gobierno, la justicia sobre todo con los pobres que, en cambio, son a menudo las víctimas del poder”.