El Arzobispo de Sevilla (España), Mons. José Ángel Saiz Meneses, alentó a los jóvenes a no tener miedo a ser sacerdotes, en el día en que la Iglesia Católica celebra a San Juan María Vianney, el Cura de Ars, patrono de párrocos y sacerdotes.
Así lo indicó el prelado en la Misa que celebró hoy, en el monasterio de Montserrat en Cataluña, con la delegación de Sevilla que participó en el Jubileo de los Jóvenes en Roma, y que concluyó ayer con la multitudinaria Misa, presidida por el Papa León XIV, a la que asistieron más de un millón de jóvenes en Tor Vergata.
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El arzobispo, señala la Archidiócesis de Sevilla en su sitio web, valoró que los más de dos mil sevillanos que participaron en el jubileo hayan ofrecido su ilusión, tiempo y cansancio; y les aseguró que Dios “lo ha multiplicado en frutos de alegría, de conversión, de unidad”.
El cura de Ars, modelo de sacerdote
Mons. Saiz recordó que este 4 de agosto se celebra a San Juan María Vianney, el Cura de Ars: “¡Qué figura tan luminosa para toda la Iglesia! (…) A través de su oración, su austeridad, su entrega a los pobres y necesitados, su escucha paciente en el confesionario y su amor a la Eucaristía, mostró al mundo la grandeza del sacerdocio”, dijo el prelado español.
El arzobispo hizo luego una “una invitación directa, clara, sin rodeos”: “¿Y si el Señor os llama a alguno de vosotros a ser sacerdote? No tengáis miedo. No digáis enseguida que no. Escuchad la voz del Señor en el silencio de la oración”.
Mons. Saiz dijo además que la Iglesia necesita sacerdotes y “no cualquier tipo de sacerdote”, sino sacerdotes “santos, enamorados de Cristo, fieles, alegres, entregados”.
“No guardéis esta experiencia en el baúl de los recuerdos”
“Volvemos con el alma renovada, pero no termina aquí el camino. No volvemos de hacer turismo ni vacaciones, sino de recorrer un camino de conversión y de gracia; y ahora toca dar fruto”, indicó luego.
“Os pido que no guardéis esta experiencia en el baúl de los recuerdos, que no dejéis que se enfríe la llama encendida ni os conforméis con haber ido a Roma y haber visitado Montserrat”, alentó el prelado.
“Llevad el Evangelio a vuestros ambientes, hablad de Cristo, sed testigos suyos en medio del mundo. No tengáis miedo, que María camina con vosotros”, animó.



