El Papa León XIV ofreció tres breves sugerencias a dos grupos de sacerdotes que recibió en el Vaticano la mañana del viernes, afirmando que una “formación sólida e integral” es esencial para todos los fieles católicos, pero especialmente para quienes imparten la formación cristiana.

En su discurso del 25 de julio a los sacerdotes pertenecientes a la Sociedad de San Javier y a los participantes de un curso de un mes para formadores de seminario en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, el Santo Padre dijo que el objetivo principal de la formación es tener “los mismos sentimientos” que Jesucristo y “reflejar el Evangelio”.

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“En efecto, es necesario que la ‘casa’ de nuestra vida y camino vocacional, ya sea sacerdotal o laical, esté fundada sobre la ‘roca’”, dijo el Papa el viernes.

La formación de sacerdotes, laicos y hombres y mujeres consagrados, dijo León, no se “limita a conocimientos especializados”, sino que implica “un camino continuo de conversión”.

La primera sugerencia del Santo Padre para construir una formación sólida como la roca fue cultivar una “amistad con Jesús”.

“Esta es la base de la casa, que debe estar en el corazón de toda vocación y misión apostólica”, dijo. “Necesitamos experimentar personalmente la cercanía del Maestro; saber que hemos sido vistos, amados y elegidos por el Señor por pura gracia y sin mérito de nuestra parte”.

La segunda sugerencia del Papa agustino para los formadores católicos fue vivir una “fraternidad efectiva y afectiva” con los demás.

“Es necesario aprender a vivir como hermanos dentro del presbiterio, así como en las comunidades religiosas y con nuestros obispos y superiores”, dijo.

“Debemos trabajar mucho en nosotros mismos para superar el individualismo y el deseo de sobrepasar a los demás, lo que nos convierte en competidores, de modo que aprendamos gradualmente a construir relaciones humanas y espirituales que sean sanas y fraternas”, continuó.

Antes de concluir su encuentro del viernes con el grupo de sacerdotes, el Santo Padre dio su tercera y última sugerencia: “compartir la misión con todos los bautizados”.

El Papa dijo que los sacerdotes no deben verse a sí mismos como “líderes solitarios” ni vivir su ministerio ordenado con un “sentido de superioridad”, sino ser pastores que estén “inmersos en la realidad del pueblo de Dios”.

“Durante los primeros siglos de la Iglesia, era habitual que todos los fieles fueran como discípulos misioneros y se comprometieran personalmente con la evangelización”, explicó León. “El ministerio ordenado estaba al servicio de esta misión compartida por todos”.

“Hoy sentimos con fuerza que debemos volver a esta participación de todos los bautizados en el testimonio y la proclamación del Evangelio”, dijo.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.