Durante más de 40 años, la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington DC (Estados Unidos), ha recibido visitantes en su ciclo anual de recitales de órgano del verano, brindando una oportunidad única de experimentar la grandeza de la música sacra fuera del ámbito litúrgico.

“[El ciclo es] una promoción de una forma de arte extraordinaria y casi mística que ha existido durante siglos”, dijo a CNA —agencia de noticias en inglés de EWTN— Peter Latona, director de música de la basílica.

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Este ciclo, que se celebra los domingos por la noche durante julio y agosto, incluye actuaciones en los famosos órganos del presbiterio y de la galería de la basílica, que en conjunto comprenden más de 9.600 tubos. 

Cada recital comienza a las 6:00 p.m, precedido por una actuación de media hora del Carillón de la Torre de los Caballeros de la basílica, compuesto por 56 campanas, a cargo de Jeremy Ng, estudiante de último año de la Universidad de Yale y miembro certificado de la Asociación de Carillonistas de Norteamérica.

Según los responsables de la basílica, el ciclo de recitales pretende ofrecer una experiencia musical tan profunda como la belleza visual del arte y la arquitectura de la iglesia.

“Ofrece a los visitantes la oportunidad de escuchar estos maravillosos instrumentos y disfrutar de la música fuera del contexto de la misa, del mismo modo que recorrerían la basílica para empaparse de los hermosos mosaicos y otras obras de arte”, explicó Benjamin LaPrairie, director asociado de música de la basílica, a CNA.

Mientras que la mayoría de los asistentes al concierto se sientan en los bancos frente al mosaico “Cristo en Majestad”, algunas familias visitan las capillas, rezan brevemente y se empapan de la belleza del espacio sagrado.

“Nuestra misión como músicos de la basílica de transformar los corazones y las mentes a través del poder y la belleza de la música en la liturgia católica romana» también se aplica aquí”, declaró Adam Chlebek, director adjunto de música de la basílica, a CNA.

Cada verano, se selecciona a músicos de entre un grupo global de candidatos y el departamento de música elabora un programa que incluye tanto a artistas emergentes como a intérpretes de renombre internacional. El ciclo de este año comenzó con el propio Chlebek, recién graduado de la Escuela de Música Eastman.

”Al tocar este instrumento, siento una conexión con el legado musical que se ha cultivado en la basílica desde la instalación y dedicación del órgano en 1965”, afirmó Chlebek. “Es un honor para mí continuar con este legado”.

La asistencia está abierta a todo el mundo y se aceptan donativos voluntarios para apoyar el programa. La basílica anima al público a aprovechar esta oportunidad para escuchar “uno de los mejores órganos de Washington D. C. en uno de los espacios sagrados más bellos e inspiradores de Norteamérica”.

Reflexionando sobre la serie, que atrae a unos 100 asistentes cada semana, Chlebek expresó sus esperanzas sobre su impacto: “Mi esperanza es que el público salga con el corazón y la mente transformados”.

Latona señaló que el perfil demográfico del público ha evolucionado con el tiempo y ahora incluye a más jóvenes y personas de diversos orígenes.

“Nuestro objetivo es aumentar la audiencia para que más personas puedan compartir esta experiencia”, afirmó.

La serie de recitales de órgano del verano de 2025 concluirá con su última actuación el 31 de agosto. Los detalles sobre los próximos intérpretes están disponibles en la página web oficial de la basílica.


Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.