Renzo Trujillo Díaz, un físico peruano de 23 años nacido en la región Áncash, participó recientemente en la Escuela de Verano del Observatorio Vaticano, donde compartió su visión sobre la relación entre la fe y la ciencia: “Considero que la fe y la ciencia buscan un objetivo común: el descubrimiento de la verdad”.

Desde su infancia arraigada en la tradición católica en el centro poblado de Carwayoc, en los Andes peruanos, hasta el análisis de exoplanetas con datos del telescopio espacial James Webb de la NASA, su historia demuestra que la ciencia también puede vivirse con espiritualidad, valores cristianos y vocación de servicio.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

“Desde pequeño siempre tuve esa fascinación por la ciencia”, contó en una entrevista concedida a ACI Prensa.

Esa inquietud lo llevó a estudiar Física en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos —la universidad más antigua de Perú y de América—, y luego decidió especializarse en astronomía, una rama poco explorada en el Perú.

Renzo Trujillo junto a Guy Consolmagno, un astrónomo estadounidense, científico planetario y religioso de la Compañía de Jesús. Crédito: Renzo Trujillo
Renzo Trujillo junto a Guy Consolmagno, un astrónomo estadounidense, científico planetario y religioso de la Compañía de Jesús. Crédito: Renzo Trujillo

Ciencia con raíces católicas

Renzo creció en un entorno familiar profundamente religioso: “Me formé como católico: hice el bautizo, mi confirmación, la primera comunión. También participé de niño en un concurso sobre preguntas de religión, de la Biblia. Es algo que recuerdo con bastante cariño”, contó.

Aunque hoy no practica su fe con la misma frecuencia, asegura que continúa “llevando esos valores”.

Su historia de fe lo acompaña aún en los ambientes más técnicos: “Los valores del catolicismo, como la solidaridad, la empatía y el deseo de ayudar, te marcan. Yo creo que eso se puede aplicar al trabajo científico. Lo que investigamos no es sólo para nosotros, sino para el bien común”.

Un paso clave en su carrera científica desde el centro astronómico del Vaticano

Tras un primer intento fallido, Renzo fue aceptado en su segunda postulación a la prestigiosa Escuela de Verano del Observatorio Vaticano, donde compartió aula con estudiantes de 22 países de todo el mundo entre el 1 y 27 de junio de 2025.

Renzo y estudiantes de la Escuela de Verano del Observatorio Vaticano 2025 junto al Hno. Guy Consolmagno. Crédito: Renzo Trujillo
Renzo y estudiantes de la Escuela de Verano del Observatorio Vaticano 2025 junto al Hno. Guy Consolmagno. Crédito: Renzo Trujillo

“Fue un momento bastante alegre. Me llegó el correo de aceptación cuando estaba en un mini workshop en Chile. Fue bastante bonito, la verdad”, recuerda. 

El objetivo del curso, que duró cuatro semanas, fue hacer un balance de las observaciones enviadas por el telescopio espacial James Webb, desarrollado en colaboración por la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA). Los estudiantes fueron formados por expertos en astronomía, trabajaron en proyectos y realizaron excursiones.

La escuela se centró en el análisis de galaxias y exoplanetas utilizando datos del telescopio. “El objetivo general de la escuela era aprender a utilizar los datos de los tres primeros años del James Webb”, explica Renzo.

Para él fue especialmente impactante escuchar sobre un descubrimiento reciente de una galaxia aún más lejana justo mientras estudiaban ese mismo tema. “Fue bastante curioso estar abordando el tema y, de pronto, ver en tiempo real que se había observado una galaxia más distante. Eso fue asombroso”. 

Renzo Trujillo en el Observatorio Vaticano. Crédito: Renzo Trujillo
Renzo Trujillo en el Observatorio Vaticano. Crédito: Renzo Trujillo

Sin embargo, su principal interés está en los exoplanetas. “Un exoplaneta es un cuerpo que se forma alrededor de una estrella. En general se refiere a planetas que no son los que se encuentran en nuestro sistema solar”. 

Su encuentro con el Papa León XIV

Durante su paso por Roma, Renzo tuvo la oportunidad de conocer al Papa León XIV. “Saludar al Papa fue un momento muy bonito. Estaba bastante nervioso. Le dije que era de Perú, de la provincia de Huari en Áncash, y me respondió con una sonrisa que había estado ahí”.

El joven físico le entregó una imagen de Santa Rosa de Lima. “Se la entregué diciéndole que escuché en una entrevista que era devoto de ella. Me dijeron que le gustó mucho.”

El Pontífice también generó gran interés entre los participantes por su formación matemática según cuenta Renzo: “Nos llamó mucho la atención que el Papa León XIV sea un hombre de ciencia, licenciado en matemáticas. Decíamos entre nosotros en broma que tal vez le interesarían nuestros temas” . 

Papa León XIV recibe a los estudiantes de la Escuela de Verano del Observatorio Vaticano 2025. Crédito: Renzo Trujillo
Papa León XIV recibe a los estudiantes de la Escuela de Verano del Observatorio Vaticano 2025. Crédito: Renzo Trujillo

También cuenta que sintió un despertar espiritual durante su paso por Roma: “Visitar templos en el municipio de Subiaco fue una experiencia espiritual muy bonita. Me ayudó a reconectar con la religiosidad, algo que por la universidad había dejado un poco de lado”.

Ciencia con propósito y humanidad

Actualmente, Renzo investiga espectroscopía estelar de alta resolución. “Mi trabajo se centra en el estudio de estrellas similares al sol. Nosotros las llamamos ‘gemelas solares’, con parámetros casi idénticos al sol”. Su objetivo es continuar investigando, preferiblemente en un centro espacial, y llevar la ciencia a quienes menos acceso tienen.

“La astronomía no está tan divulgada. No son temas tan conocidos por la población en general,” afirma, por lo que quiere impulsar la divulgación científica. “El conocimiento no es solo para nosotros. Si un niño ve a alguien explicando lo que hace con entusiasmo, eso lo puede inspirar. Eso falta mucho en nuestro país.”

Paricipantes de la Escuela de Verano del Observatorio Romano 2025. Crédito: Renzo Trujillo
Paricipantes de la Escuela de Verano del Observatorio Romano 2025. Crédito: Renzo Trujillo

Sobre el uso de la inteligencia artificial en su área de especialización, señala que “es una herramienta muy útil, pero hay que verla como eso: una herramienta. No podemos delegar todo”. “El machine learning ya se usa en astronomía. Ayuda mucho cuando tienes bases de datos grandes. Pero siempre se necesita criterio humano y manejo responsable”, agrega.

Inspirar a las nuevas generaciones

Desde Carhuayoc hasta Roma, la historia de Renzo es testimonio de una generación de científicos que no ve contradicción entre la fe y la razón. “Me gustaría seguir profundizando en mi fe. Creo que sí hay una mente superior que, de alguna manera, tuvo que haber intervenido para ordenar todo”, aseguró a ACI Prensa. 

Y finalizó la entrevista con una invitación que resume su vocación: “Me gustaría invitar a los padres de familia, a los adultos, a no apagar la curiosidad de los niños. A veces a los niños se les corta las alas muy temprano cuando quieren saber más”.

“Es importante cultivar esa curiosidad. Así empieza todo en la ciencia: con preguntas como por qué el pasto es verde”, asegura.