El Santo Cáliz que se custodia en la catedral de Valencia (España) desde el siglo XV sale esta semana de su ubicación habitual de forma extraordinaria a dos lugares vinculados a su historia: el monasterio de San Juan de la Peña y la Catedral de Jaca.
La reliquia, una de las principales de la cristiandad, será llevada el martes 15 de julio al Monasterio de San Juan de la Peña —donde permaneció escondida durante más de tres siglos— y luego a la Catedral de Jaca, con motivo del 75 aniversario de la Real Hermandad de San Juan de la Peña.
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Ese mismo día se celebrará una Misa solemne, tras la cual los fieles podrán venerar el Santo Cáliz antes de su traslado por la tarde a la Catedral de Jaca.
Al día siguiente, se celebrará una Eucaristía a primera hora de la mañana, tras la cual se realizará una Hora Santa antes de dar tiempo a diferentes grupos diocesanos y parroquiales para venerar el Santo Cáliz.
Tras la Misa solemne por la tarde, se llevará el Santo Cáliz en procesión desde el altar mayor al atrio de la catedral, antes de retornar a Valencia.
El canónigo celador del Santo Cáliz, presbítero encargado de custodiar la reliquia, P. Álvaro Almenar, aseguró, en declaraciones difundidas por la Archidiócesis de Valencia, que se trata de “un acontecimiento muy importante, excepcional, de hermanamiento”.
Para el sacerdote, “siempre que estamos cerca del Santo Cáliz estamos viendo con nuestros ojos lo que vería Jesús. Por eso, contemplándolo, estamos invitados a tener los mismos sentimientos que Cristo”.
Dada la importancia de la reliquia, “hay todo un protocolo establecido que va a permitir que la gente pueda ver y estar cerca del Santo Cáliz pero también -como no puede ser de otra manera- garantizar la seguridad por ser la pieza tan única que es”, explicó el P. Almenar.
En la Catedral de Valencia desde 1437
Debido a su carácter excepcional, el Santo Cáliz sólo sale en contadas ocasiones del lugar donde se custodia dentro de la Catedral de Valencia desde 1437. De manera anual, sólo se utiliza públicamente en octubre, con motivo de la fiesta del Santo Cáliz, y cada Jueves Santo, cuando se coloca en el altar mayor.
En el pasado, y debido a su vinculación histórica, el Santo Cáliz ha sido llevado a San Juan de la Peña en 1954 y en 1994; también se llevó a la población valenciana de Carlet en el año 2016, por ser el lugar donde permaneció oculta la reliquia en plena Guerra Civil española, entre 1937 y 1938, con motivo del Año Jubilar Eucarístico del Cáliz de la Misericordia.
La Catedral de Valencia celebra cada cinco años un año Jubilar desde que el Papa Francisco lo autorizó, siendo Valencia uno de los pocos lugares en el mundo que tiene reconocido un jubileo perpetuo.
Este año comenzará el próximo mes de octubre y, una vez clausurado el Jubileo Ordinario dedicado a la esperanza, se iniciarán las visitas jubilares relacionadas con el Santo Cáliz en Valencia.
Cómo llegó el Santo Cáliz a España
El Santo Cáliz que usó el Señor en la Última Cena llegó a España a través de Lorenzo, el diácono del Papa Sixto II, 24º sucesor de San Pedro que fue decapitado en el año 258.
Lorenzo envió el Santo Cáliz a su pueblo natal, Loreto, cerca de Huesca. Debido a la invasión musulmana en el siglo VIII, fue cambiando de lugar hasta que a mediados del siglo XI recaló en Jaca, donde su Obispo Acisclo lo entregó al Monasterio de San Juan de la Peña, donde permaneció más de tres siglos.
Martín I “El Humano”, rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Cerdeña y conde de Barcelona (1396-1410) quiso tener consigo la reliquia, primero en Zaragoza y luego en Barcelona.
Alfonso V de Aragón, que a los reinos de su antepasado añadió Sicilia y Nápoles, entregó a la Catedral de Valencia en 1437 el Santo Cáliz.





