El Papa Juan Pablo II dijo estar convencido que algún día, la unidad de los cristianos será una realidad, pidió que toda la comunidad cristiana se esfuerce por alcanzarla y supere los nuevos obstáculos que enfrenta el ecumenismo.
Según el Santo Padre, ahora a los malentendidos y prejuicios hay que añadir "estrecheces de corazón" y, "sobre todo, diferencias en materia de fe, que se concentran en torno a la Iglesia, su naturaleza, sus ministerios".
El Papa hizo esta reflexión en la plegaria ecuménica celebrada en la basílica de San Pedro por el 40º aniversario de la aprobación en el Concilio Vaticano II del Decreto Unitatis Redintegratio, en el que se afirmaba que la promoción de la unidad de los cristianos era uno de los objetivos del Concilio y tenía que ser promovida por toda la comunidad eclesial.