Al comentar el Salmo 61 durante la audiencia general de este miércoles, el Papa Juan Pablo II afirmó que si fuésemos conscientes de nuestras limitaciones no fundamentaríamos nuestra vida en falsos valores “frágiles e inconsistentes” sino en el Señor.
“Si fuésemos conscientes de nuestra caducidad y del límite propio de las criaturas, no elegiríamos el camino de la confianza en los ídolos, ni fundamentaríamos nuestra vida en pseudo-valores frágiles e inconsistentes. Nos orientaríamos más bien hacia la confianza verdadera, que tiene su centro en el Señor, fuente de eternidad y de paz", señaló el Santo Padre.
El Papa explicó que en el salmo referido "se contraponen dos tipos de confianza. Son dos decisiones fundamentales, una buena y otra perversa, que comportan dos conductas morales diferentes. Sobre todo está la confianza en Dios: 'En Dios está mi salvación y gloria, mi roca fuerte; en Dios está mi refugio'".