Católicos de todo el mundo continúan celebrando la elección la semana pasada del Papa León XIV, el primer Papa de los Estados Unidos. Además de ser ciudadano estadounidense por nacimiento, León XIV también es ciudadano naturalizado de Perú, ya que ha ejercido su ministerio allí durante décadas.
Su elección como Papa plantea varias preguntas interesantes desde la perspectiva del derecho de nacionalidad. Principalmente: ¿puede un ciudadano estadounidense convertirse en rey de un país extranjero y seguir siendo ciudadano estadounidense?
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Papa es, después de todo, un monarca absoluto: posee, como explica la Ley Fundamental del Vaticano, “la plenitud del poder de gobierno, que comprende el poder legislativo, ejecutivo y judicial” del Estado de la Ciudad del Vaticano —un país soberano que mantiene relaciones con más de 175 naciones— y la Santa Sede, que es la autoridad central de gobierno de la Iglesia.
Paul Hunker, abogado católico estadounidense de inmigración, dijo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que la ley federal de Estados Unidos —específicamente el Título 8 del Código de Estados Unidos § 1481— establece condiciones muy específicas bajo las cuales un ciudadano estadounidense puede perder su ciudadanía.
Estas pueden incluir cometer un acto de traición, obtener la naturalización en un estado extranjero y, de manera crucial, aceptar un cargo como jefe de estado extranjero. Sin embargo, la clave es que, para que estos actos sean “expatriatorios”, deben ser realizados por una persona de manera voluntaria y con la intención de renunciar a su nacionalidad estadounidense.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dice que generalmente presume que los ciudadanos estadounidenses, incluso si aceptan un cargo en un gobierno extranjero, desean conservar su ciudadanía a menos que se establezca “de manera clara y creíble” lo contrario.
Hunker dijo que, en el caso del Papa, León XIV probablemente tendría que afirmar su intención de renunciar a su ciudadanía directamente ante un funcionario consular en la embajada de Estados Unidos en Roma, algo que el Santo Padre no ha dado señales de querer hacer.
“Creo que, a menos que él se presente y diga: ‘Tengo la intención de renunciar a mi nacionalidad estadounidense’, entonces no se considera que haya perdido su ciudadanía estadounidense”, dijo Hunker.
“A un nivel profundo, creo que esto dice algo grandioso sobre nuestro país: cuando naces aquí, el gobierno no puede expulsarte, a menos que afirmativamente declares que renuncias a tu ciudadanía”.
Sin embargo, el Departamento de Estado también señala que puede “revisar activamente los casos en los que un ciudadano estadounidense es elegido o designado para servir como jefe de estado extranjero, jefe de gobierno extranjero o ministro extranjero”, ya que tales casos “plantean complejas cuestiones de derecho internacional, incluyendo temas relacionados con el nivel de inmunidad ante la jurisdicción estadounidense que pueda tener la persona que ocupa ese cargo”.
Sea lo que sea lo que finalmente ocurra respecto a la ciudadanía estadounidense de León XIV, el Papa potencialmente tendrá que seguir presentando una declaración de impuestos ante el IRS como ciudadano estadounidense que vive en el extranjero, otra posible rareza compleja que es territorio inexplorado, ya que Polonia, Alemania y Argentina, los países de origen de los tres últimos papas, no gravan a sus ciudadanos en el extranjero. Podría requerirse una carta privada del IRS o una ley específica del Congreso que aborde la situación de León XIV, según informó el Washington Post.
¿Y qué pasa con la ciudadanía peruana de León? Según la Constitución peruana, la nacionalidad peruana —incluso si se obtiene por naturalización— no se pierde salvo por renuncia expresa ante una autoridad peruana. Por lo tanto, el estatus de la ciudadanía peruana de León XIV es similar al de su ciudadanía estadounidense: probablemente la conservará a menos que elija renunciar a ella específicamente.
Ahora que es Papa, ¿León XIV también tiene ciudadanía vaticana? Sí y no.
Andrea Gagliarducci, analista vaticano de CNA, dijo que León XIV ya habría tenido un pasaporte vaticano, ya que a cada cardenal y funcionario de la curia se le otorga uno como parte de su cargo; poseer el pasaporte les otorga lo que se conoce como “ciudadanía funcional”.
Sin embargo, Gagliarducci señaló que, según el derecho canónico, no es del todo exacto decir que el Papa es “ciudadano” de la Santa Sede, porque la Santa Sede y el Papa son uno y lo mismo.
“El Papa no es [un] ciudadano, él es toda la Santa Sede”, explicó Gagliarducci. “El Papa no necesita pasaporte ni ciudadanía, porque él es la fuente de toda ciudadanía”.
Dadas las amplias nuevas facultades temporales de León XIV como Papa, parecería que no hay razón para que no pueda mantener sus otras ciudadanías si así lo desea; incluso hay precedentes para esto, ya que en 2014 el Papa Francisco renovó su pasaporte argentino, aunque Francisco nunca regresó allí durante su pontificado de 12 años.
Por su parte, Gagliarducci dijo que el mantenimiento de la ciudadanía argentina por parte de Francisco simplemente “no era necesario”.
“Quiero decir, no hay problema en conservar los pasaportes, pero ya no son necesarios ni útiles. El Vaticano te da un pasaporte y te permite conservar todas tus ciudadanías junto con ese pasaporte”, dijo.
“[Pero] no se puede considerar al Papa como peruano, ciudadano estadounidense o lo que sea. Él es la Santa Sede. Esto es diferente; es otro mundo”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.